Bali es una isla relativamente pequeña, con sólo unos 5.700 km². Sin embargo, combina una impresionante variedad de lugares de interés, lo que explica la popularidad de la isla entre los turistas. Los espectáculos naturales que ofrece Bali son especialmente espectaculares: Los gigantescos volcanes -por ejemplo, el Gunung Agung, con 3.000 metros de altura-, los arrozales en terrazas, algunos de ellos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, o los arrecifes de coral naturales y artificiales hacen que el corazón de todo amante de la naturaleza lata más rápido. Pero los aficionados a la cultura también sacan partido a su dinero en Bali; después de todo, la isla no se llama la Isla de los Mil Templos por nada. En las colinas boscosas, en las orillas de los lagos, junto a los campos de arroz, se pueden encontrar templos grandes o pequeños en casi todas partes, algunos de los cuales acogen regularmente ceremonias.
