Un punto culminante de la visita a Bruselas es, por supuesto, la mundialmente famosa Grand Place o, en holandés, la "Grote Markt". Muchos la consideran una de las plazas más bellas del mundo. Un veredicto con el que sólo se puede estar de acuerdo, dada la grandiosa arquitectura de los edificios que rodean pintorescamente la plaza.
El ayuntamiento gótico y la neorrenacentista Maison du Roi, situada enfrente, así como las numerosas casas gremiales barrocas, forman un impresionante telón de fondo que hace que los turistas giren en círculos en la plaza para maravillarse con la belleza de los edificios uno tras otro. Merece la pena visitarla durante el Adviento, cuando no sólo hay un gran árbol de Navidad en el centro de la plaza, sino que las fachadas de las casas están muy iluminadas. Además, la música atmosférica se reproduce a intervalos regulares, creando una atmósfera fascinante para los visitantes.
