La ciudad de Westfalia tiene un hito inusual: el conocido elefante de cristal. En 1984, un arquitecto convirtió el antiguo edificio de lavado de carbón de una mina en una escultura transitable. Tiene 35 metros de altura, alberga un jardín de palmeras y, como mirador, ofrece una excelente vista sobre su ciudad natal. Durante un paseo por la ciudad se encontrará con muchas otras réplicas de los proboscidios. Además de numerosas iglesias dignas de ver, Hamm ofrece otra sorpresa: en el distrito de Hamm-Uentrop podrá maravillarse con un colorido templo hindú. Este mayor edificio europeo de este tipo también conmemora la huida y expulsión de miles de tamiles de su tierra natal.