Muchos veraneantes del Mar Báltico afirman que esta larga isla es la más bonita de sus vecinos. Puede que sea una cuestión de gustos, pero no cabe duda de que Hiddensee merece una visita sólo por su larga y relajada playa: tanto los bañistas con ropa textil como los naturistas son bienvenidos en todas partes. Un destino popular para las caminatas es el faro de Dornbusch, desde el que hay una maravillosa vista. Pero también son interesantes los edificios históricos como la Casa Gerhart Hauptmann y la Villa Lietzenburg. La casa del parque nacional local le informa sobre la naturaleza de la isla y sus alrededores. Esto también se considera un consejo de expertos entre los observadores de aves.
