Innsbruck
¿Qué es lo primero que hay que hacer en Innsbruck?
El Techo de Oro está situado en el casco antiguo de Innsbruck. Este mirador de estilo gótico tardío se considera el punto de referencia de la ciudad. Su característica especial: el techo estaba cubierto con más de 2.600 tejas de cobre doradas al fuego. El oriel se construyó entre 1497 y 1500 por orden del rey alemán (y posterior emperador) Maximiliano I. El edificio también se utilizó como museo. Desde 2007, el edificio también alberga el "Museum Goldenes Dachl".
¿Qué museos se recomiendan?
Si está en Innsbruck, no deje de visitar el castillo de Ambras. Es uno de los monumentos más importantes de la ciudad. Una visita guiada de una hora ofrece una visión de las maravillas del Renacimiento a través de las colecciones del archiduque Fernando II. De diciembre a abril, esta visita tiene lugar los sábados y domingos a las 11.00 horas; durante el resto del año, la visita se ofrece diariamente a las 11.00 horas.
Los que quieran ver cómo se funde una campana en directo pueden hacerlo en la fundición de campanas de Grassmayr. El museo abre todos los miércoles de 10 a 16 horas.
Para aquellos cuyo corazón late más por la ciencia, se recomienda una visita al Audioversum. Se trata de un museo interactivo sobre el tema de la audición. Las visitas son posibles de martes a domingo, de 10 a 17 horas.
Numerosas zonas de esquí en los alrededores de la ciudad a un bajo precio con todo incluido.
En los alrededores de Innsbruck hay numerosas zonas de esquí, como el Kühtai o el Patscherkofel. Con el Ski Plus City Pass, se pueden utilizar un total de 13 zonas de esquí diferentes y 22 experiencias urbanas en Innsbruck con una tarifa plana y con una sola tarjeta. El pase de dos días cuesta actualmente 114 euros para los adultos. Los niños pagan la mitad.
Capital del deporte en Innsbruck
Innsbruck ya ha sido sede de los Juegos Olímpicos de Invierno en dos ocasiones, en 1964 y 1976. Aún hoy, numerosas instalaciones deportivas son testigos de estos acontecimientos. Entre ellas se encuentra, por ejemplo, la pista de bobsleigh de Igls.
Sin embargo, el salto de esquí del monte Isel, donde se celebra la tercera competición del Torneo de las Cuatro Colinas cada año en enero, es especialmente popular. Ver a los saltadores practicar su deporte en directo es toda una experiencia.
