El faro más antiguo de Suecia y la estación de prácticos adyacente son una de las atracciones turísticas de Öja. El faro ha sido un importante punto de amarre para la navegación a lo largo de los siglos. Está construido con muros de piedra de campo de un metro de grosor. El faro se iluminó primero con hogueras de carbón, más tarde con lámparas de aceite de espejo, y no eléctricamente hasta finales de la década de 1930. El faro es totalmente automático desde 1963.
Otro punto de interés turístico es el laberinto de Öja, que supuestamente concede suerte y fertilidad a los pescadores, así como protección contra todo tipo de peligros marítimos mediante diversos monstruos. También merece la pena visitar la capilla cercana. En Öja hay un taller de cerámica, que no sólo ofrece cerámica, sino también estampados textiles y vidrio pintado. Además del albergue, que está abierto todo el año, un restaurante y una cafetería atienden las necesidades gastronómicas de los huéspedes.
Únicos son los miradores para observar la migración de las aves. La isla del archipiélago, con su ubicación en alta mar, un clima marítimo especialmente suave y unos meses de invierno casi sin hielo, es un lugar de descanso popular para las migraciones de aves en su camino hacia el sur. También hay un observatorio de aves en Öja, desde el que se ofrecen visitas guiadas a la reserva natural durante las estaciones de primavera y otoño.
Storhamn es la ciudad más grande de Öja -un municipio pintoresco y muy animado con dos puertos para el tráfico marítimo con el continente y entre las islas del archipiélago-, por lo que muchos veraneantes acuden a la isla para disfrutar de la naturaleza marítima: A su alrededor se extiende el mar Báltico, y en el interior de la pequeña isla hay densos bosques con árboles de hoja caduca y pinos. La diversión está garantizada en la playa de Själkroka, apta para niños, y en los acantilados de Bredmaren, al este de la isla.
