Ratisbona

La capital del distrito administrativo bávaro oriental del Alto Palatinado puede presumir de haber sido mencionada en persona por el entonces emperador romano Marco Aurelio ya en el siglo II. Tras sus inicios urbanos como fortaleza romana y campamento legionario, Ratisbona se convirtió en la sede de los bávaros y en un importante obispado a principios de la Edad Media. Su ubicación en importantes rutas comerciales europeas pronto aportó a la ciudad mucha riqueza, que se utilizó para construir famosos edificios y los hitos actuales del "Puente de Piedra" sobre el Danubio y la Catedral de San Pedro de Ratisbona. El Museo Histórico, en la Dachauplatz, y el Museo del Reichstag, en la Rathausplatz, ofrecen información detallada sobre la agitada historia de la ciudad desde la Edad de Piedra hasta nuestros días.