Guía de viaje de Rostock
La mayor ciudad de Mecklemburgo-Pomerania Occidental es animada y está llena de contrastes: grandes ejes de calles, edificios modernos, callejones estrechos, edificios góticos de ladrillo, casas patricias como la Kerkhoffhaus, un puerto urbano y, sobre todo, el aliento del mundo lejano que comienza en el puerto de Warnemünde, a 14 kilómetros.
Hasta hoy, el paisaje de la ciudad está marcado por la época hanseática. Como parte de esta poderosa asociación comercial, los habitantes de Rostock comerciaban principalmente con Scania, entonces situada en el sur de Suecia, y con Dinamarca. El gótico de ladrillo hanseático y la universidad siguen siendo testigos del esplendor del pasado: la universidad es la más antigua del norte de Europa y fue fundada como centro educativo de la Liga Hanseática. Detrás del ayuntamiento hay varias casas a dos aguas de estilo gótico que merece la pena ver. Los nacionalsocialistas utilizaron el puerto y los astilleros con fines militares. Rostock se convirtió así en un importante emplazamiento para la industria armamentística y en un objetivo preferente de los bombardeos aliados, que destruyeron la mitad de la ciudad.
Tras la caída del Muro, muchos ciudadanos emigraron a otras ciudades. Hoy, la ciudad vive del puerto y del turismo: 400.000 turistas de cruceros y 2,2 millones de pasajeros de ferry llegan a la ciudad cada año.
